Las risotadas ya se escuchaban mucho antes que la ronda final concluyera, una afilada aguja lista para ocasionar daño.
Steve Williams parecía ir camino hacia otro título en majors, y esa es la broma un tanto tonta que sobrevive después de casi un año de sus comentarios cuando logró más atención como caddie que su jugador Adam Scott al ganar.
Tiger Woods
AP Photo/Lynne Cameron/Press AssociationTiger firmó un 73 en la última ronda y terminó 3º en el Open.
Pero en el periodo subsiguiente a un salvaje final el domingo en el Royal Lytham & St. Annes, hay que preguntarse si hubiera hecho una diferencia por su viejo jefe en el Open Championship.
Nunca sabremos cómo las cosas se habrían desarrollado si Tiger Woods hubiera tomado una decisión diferente en el par 4 del hoyo seis, donde un tiro imposible en el bunker lo condujo a un triple bogey 7.
Woods firmó 73 golpes y terminó a cuatro del campeón Ernie Els, a pesar de los tres birdies consecutivos en la vuelta. Terminó empatado en el tercer lugar, lo cual es su mejor resultado en un campeonato major desde el segundo lugar frente a Y.E. Yang en el PGA Championship de 2009.
Y aún así, de haber convertido ese triple en un bogey, los hoyos finales habrían tenido mayor significado para un jugador que esta estancado en 14 majors desde hace más de cuatros años.
"Estaba ahí, el plan del juego era quedar bajo par", dijo Woods. "Y con el viento de la manera en que soplaba, estaba justo en posición. Estaba en par luego de 5 hoyos. Y el 7 [un par-5] estaba alcanzable hoyo. Y obviamente el 9 estaba jugando fácil".
"Entonces estaba en posición de hacer lo que quería y tal vez disparar uno o dos bajo par en la vuelta y hubiera terminado 8 o 9 bajo par. Pensé que ese sería el número para ganar el torneo de golf. Desafortunadamente no lo hice".
El domingo se puso ventoso en Lytham, aunque la dificultad del campo no se había mostrado hasta que Woods jugó el sexto hoyo, persiguiendo a Scott por cuatro golpes. Cuando su approach encontró el bunker junto al green, la pelota estaba tan cerca del canto inclinado, que parecía que no tenia tiro.
Aquí es donde puedes especular si su viejo caddie Williams -que estuvo con Woods en 13 de sus majors- habría intentado hablarle sobre algo diferente, tal vez aun simplemente golpeando la pelota algunos pies en la arena.
¿Quién sabe? El caddie de Woods, Joe LaCava, es un veterano de estas situaciones y en lo profundo habría preferido esa jugada también. Pero no parecía ni siquiera intentar hablar con Woods sobre su decisión.
Woods intentó jugar el tiro, y fue desastroso. Ni siquiera estuvo cerca de pasar el canto, rebotó hacia atrás y casi le pega a él, y quedó en una peor posición. A partir de aquí, Woods tenía que ser contorsionista, tratando de pegar en rodillas. De alguna manera sacó la pelota al lado derecho del green -y después hizo tres putts.
Resultó que Woods no estaba tratando de sacar el primer tiro fuera del bunker.
"El plan de juego era que golpeara contra el borde, rebotara a la derecha y luego tener un ángulo para volver a pegar", dijo. "Lamentablemente rebotó a la izquierda y casi me golpeó. Entonces traté de jugar un tiro interesante después de esto y terminé haciendo tres putts"
En retrospectiva viendo lo que sucedió, a Woods le habría ido mejor simplemente haciendo un toque en la arena para tener una posición más ventajosa en el bunker, y luego tratar de hacer approach y putt para bogey. El triple -su primero en un major desde el Open Championship de 2003 en el Royal St. George's- fue agobiante.
"Terminó costándome el impulso ", dijo. "De nuevo, perdí muchos putts cortos ahí afuera".
Woods también luchó contra sus hierros cortos, dejándose putts demasiado largos para birdie.
Los palos anotadores, el hierro 9 y los wedges, han sido un problema durante buena parte de este año. Woods, a menudo dejó tiros con sus hierros 5 y 6 a la misma distancia desde el hoyo como con sus hierros cortos. Dice algo sobre lo bueno que es con los hierros medios, pero más bien lo pobre que ha estado con los cortos.
En el Greenbrier hace dos semanas, Woods no pasó el corte, porque no pudo dejar la pelota lo suficientemente cerca en un campo de golf que él debería ser capaz de dominar, donde se gana haciendo muchos birdies. No jugó mal -Woods terminó en par de cancha para el torneo- pero continuamente lidió con problemas de distancia con sus hierros, y dijo que la altitud fue un factor.
Pero mientras que las estadísticas en el golf no siempre cuentan toda la historia, un vistazo a lo que Woods ha hecho este año en el PGA Tour es revelador.
De 50 a 125 yardas, entró en la semana 129º en el circuito, dejando la pelota a un promedio de poco más de 19 pies del hoyo. Estamos hablando de Tiger Woods, y eso simplemente no es lo suficientemente bueno. A modo de comparación, de 175 a 200 yardas, ocupa el segundo lugar, alcanzando a un promedio de poco más de 30 pies.
"He recuperado la confianza en mi swing", dijo. "Finalmente me siento como si estuviera sano. Así que estoy golpeando la pelota las distancias que conozco. Por desgracia, cuando salgo aquí con un poco de adrenalina, va un poco más lejos. Es una cuestión de tener de vuelta mi fuerza y mi velocidad en el mismo tiempo en que juego un torneo de golf. No estoy tan lejos".
Al final, Woods, quien avanzó al número 2 en el ranking mundial, necesitaba sólo un 69, 1 bajo par, para llegar a un desempate con Els, quien comenzó el día seis golpes atrás de Scott y firmó un 68 el score más bajo entre los jugadores que terminaron en los seis primeros puestos.
Los 69 golpes ayudaron al Nº 1, Luke Donald, ayudó a conseguir un lugar en el Top 5, y Nicolás Colsaerts -terminando mucho antes de que los líderes salieran al campo- disparó la mejor puntuación del día, un 65, para pasar a un empate en el séptimo. Ninguno de los otros contendientes llegaron incluso a lograr el par.
Así que Woods está una vez más preguntándose qué podría haber sido.
"Es parte del golf", dijo. "Todos pasamos por estas fases. A algunas personas les dura toda la carrera. Otros son un poco más cortos. Incluso los más grandes jugadores han pasado por tramos pequeños como este".
Su próxima parada será en el WGC-Bridgestone Invitational, que comienza el 2 de agosto.
Ahí es donde el año pasado Williams ganó por primera vez como caddie junto a Scott.
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