lunes, 14 de marzo de 2016

Romina Rodríguez la reina del baloncesto orureño

Apasionada por el deporte de sus amores, aguerrida, daría su vida en el campo de juego para que gane su equipo, corre de extremo a extremo, arma, distribuye y ataca sin importar quién esté al frente, así es Romina Isabel Rodríguez Torrelio, considerada la reina del baloncesto orureño.

Nació en la ciudad de Oruro el 25 de enero de 1992. Aficionada a varios deportes que practicó como el futsal y el boxeo, sin embargo, el básquetbol está en sus venas desde que era una niña.

Su historia deportiva se escribe en el distrito minero de Totoral. Su mamá trabajaba allí y fue ella junto a otra profesora de nombre Patricia que le enseñaron a jugar este deporte.

"Jugué para hacer amigas, porque yo jugaba futsal, allí jugaban básquet", dijo al afirmar que le comenzó a gustar, pero no se quedó solo con las prácticas, comenzó a ver videos de este deporte y aprender autodidactamente.

Con el paso del tiempo, la gente que la observaba jugar decía que lo hacía bien, pero ella, apenas había empezado. Su mamá es cambiada a Machacamarca y ella viene a la ciudad e ingresa al colegio Beneméritos de La Patria, donde seguía practicando el deporte. Se prueba el 2003 en el Club Economía donde sale campeón en su primera participación local, paradójicamente gana en la final al Club Alemán.

Ese mismo año, formó parte de la selección Oruro, en un convivio de niñas en el equipo "A" dirigido por el profesor Willmán Flores, quien era entrenador de Alemán. Romina cambia de club y permanece en Alemán hasta estos días, haciendo pequeños paréntesis. A sus 16 años se fue a Santa Cruz para jugar en el Club Nonis y darse a conocer a nivel nacional, llegó a la selección de esa ciudad, luego a la preselección boliviana.

Su esfuerzo tuvo frutos porque sería convocada a partir del 2008 a la selección boliviana de básquetbol. Un año después volvió al Club Alemán. Una vez que salió del colegio, se la llevaron a Salta Argentina para formar parte del Club Villa Belgrano donde jugó en la Sub-19 y Primera de Honor. En ambas categorías tuvo la fortuna de salir campeona. También participó en los Juegos Trasandinos representando a Oruro.

Jugó en San Simón y Maryknol de Cochabamba, UCB de La Paz para ir a un sudamericano el 2014. Volvió a ser jugadora del Club Nonis de Santa Cruz.

Participó en varios sudamericanos con la selección boliviana, el 2006 en Colombia y Ecuador, el 2009 en los Bolivarianos en Sucre, el 2015 en los Juegos Odesur en Chile y sudamericano en Perú. El 2013 y 2015 también en Ecuador. Fue abanderada el 2006 de la delegación boliviana.



APOYO

Romina afirmó que el apoyo familiar fue importante para encaminar su vida deportiva. Reconoció que al principio su preparación no era seria y consideró que debía hacer una preparación especial, tanto física como en la dieta. Por ello, todos los días está en el gimnasio una hora y media aproximadamente y en la cancha está siempre lista para mejorar su técnica, lanzamientos, picar bandeja, cambios de ritmo, dominio de balón, entre otras.

Continúa viendo videos y estudia las jugadas, según el trabajo que le da su técnico Willmán Flores a quien agradeció por toda la paciencia que le tuvo.

"En la parte psicológica, lo más importante es creer en uno, si te gusta tanto algo, no tienes por qué fallar o equivocarte, simplemente tienes que entrar y hacer lo que sabes hacer. Al principio tienes nervios, pero luego se pasan y lo único que tienes que hacer es divertirte", dijo.

Ella es muy respetuosa de lo que hace, primero protege su cuerpo, principalmente sus tobillos. Le pide a Dios que nadie se lesione en el partido, una vez en el campo de juego le habla a la cancha, al aro y a la pelota, para que todo salga bien.

Cuando el equipo debe enfrentar un partido difícil, el calentamiento se lo hace cantando y bailando: "Queremos que Romina nos baile la gallina, alita por aquí, alita por allá, pechuga por delante y colita por atrás". Les ayuda al desestrés.

Romina considera que en su club no son solo integrantes de un equipo, sino amigas y principalmente una familia para llevar el ánimo por delante.

"Siempre les digo bótense por un balón, corramos, marquemos, lo importante es alentar y tener una actitud positiva", señaló.

También se refirió al público, que para ella juega un papel importante en cada partido, ya sea a favor o en contra. Muchas veces perjudica cuando hace tanta bulla porque no deja escuchar las jugadas que se deben hacer.

Son solo detalles que pasan en el campo de juego, pero cuando ella está dentro, en un partido, su mundo se transforma en otro.

"Es felicidad con mezcla de adrenalina, una mezcla de emociones, creo que ni cuando una está enamorada se siente así. Siento mariposas, es algo inexplicable", subrayó al indicar que el dolor más grande en la cancha es cuando sale con cinco faltas, impotente de ayudar a su equipo.

AGRADECIMIENTO

Un agradecimiento a la presidente del Club Atlético Nacional (CAN), Mónica Alcócer por ceder su escenario para la entrevista.

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