“Quiero llegar a ser profesional en esto”, asegura Agustín Carreón, el basquetbolista chuquisaqueño que con 19 años de edad ya tiene sobre sus hombros varios eventos nacionales e internacionales defendiendo los colores del departamento y el país, entre los que destaca su participación en los XVIII Juegos Bolivarianos de Santa Marta (Colombia), celebrados en 2017.
Sus primeros pasos como deportista los dio en el club Amistad, cuando apenas tenía nueve años de edad. Desde entonces, según explica, este deporte se convirtió en su pasión.
Una pasión que fue impulsada por su familia. Su madre, María Jesús, su padre Renato Carreón, además de sus tíos Jorge, Willy y Walter, fueron cómplices para alentarlo en un camino casi siempre lleno de obstáculos.
Con una década de carrera deportiva y gracias a sus convocatorias a la selección nacional, “Agus”, como es conocido por sus amigos, entendió que para estar al nivel de otras selecciones sudamericanas, se necesita trabajar mucho más.
Es por ello que decidió dedicarle más horas a sus entrenamientos, mientras encara junto al club que lo vio crecer desde sus inicios, la octava edición de la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobasquet).
Siente su objetivo cada vez más cerca y espera algún día poder vivir de lo que disfruta hacer, que es jugando al básquetbol, ya sea como base o escolta, marcando de a tres o simplemente haciendo jugar al equipo.
¿Cómo y cuándo te inicias en este deporte?
A los 9 años, mientras estaba en la casa de mi tío Jorge. En su casa tiene un aro de básquet y ahí empezamos con esto.
¿Quién fue tu primer entrenador?
Mario Muñoz, fue grato iniciar en esto con sus enseñanzas, él es alguien que le ha dado mucho al básquetbol chuquisaqueño.
¿Recuerdas cuándo fue tu primer campeonato nacional?
Fue aquí (en Sucre) en 2010 en la categoría de minibasquet. Es un campeonato donde no se premia por ubicaciones, sino es más para darle a los niños la posibilidad de convivir con chicos de otras ciudades.
¿Qué logros nacionales has obtenido?
Fueron cuatro. En 2015 logramos dos títulos en la categoría U-15 y también un subcampeonato. También salimos terceros.
¿Ese fue el mejor año en cuanto a nacionales?
Sí, porque también fui elegido como el mejor jugador.
¿Cuántas veces fuiste convocado a la Selección Nacional?
En tres oportunidades, todas en 2017. Estuvimos en el Sudamericano U-17 en Lima (Perú), después fuimos a Santiago de Chile para un evento de 3x3 y participamos de los Juegos Bolivarianos de Santa Marta (Colombia).
¿Qué te dejaron esos eventos internacionales, aparte de la experiencia?
Realmente fueron campeonatos que me demostraron que tenemos que seguir trabajando para poder acercarnos más al nivel de otros países como Argentina, Colombia, Venezuela y Uruguay, que son potencias sudamericanas.
¿Qué se necesita para empezar a recortar distancia con esas selecciones?
Aumentar nuestras horas y días de entrenamiento para poder mejorar en la parte física. Desde que viví esa experiencia en lo personal decidí entrenarme seis días a la semana.
¿Crees que la Libobasquet está ayudando a mejorar el nivel deportivo?
Sin duda alguna, como deportistas logramos tener más minutos, más roce. Tenemos partidos continuos. En diez días llegamos a jugar tres partidos. Eso nos sienta bien.
¿Estás satisfecho con los minutos que te ha tocado jugar en la Libobasquet?
Tal vez uno quiere jugar más, pero el entrenador es quien pone los jugadores de acuerdo al rival y como se desarrolla un partido. Lo mejor para el equipo es lo primordial.
¿Qué objetivos tienes?
Quiero llegar al profesionalismo. Me gustaría un día tener que ir a la cancha y al gimnasio solamente (sonríe).
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