No es fácil llegar a jugar en el PGA Tour. Si uno piensa que de los 50 millones de golfistas que hay en el mundo, solo unos 200 están habilitados para jugar en el tour, allí es donde se cae en la cuenta de lo buenos que deben ser estos jugadores.
Jhonattan Vegas
Getty ImagesVegas aseguró su tarjeta con un triunfo
Es fácil darse cuenta que de esos 200 hay alrededor de 100 que juegan en forma permanente por varias temporadas, mientras que el resto entra y sale del tour en forma perdiódica. La regla que marca que solo los 125 mejores de cada año mantienen los privilegios para la siguiente temporada, hace que para los que acceden por primera vez al circuito el hecho de "salvar la tarjeta" se transforme en una obsesión. Es por este motivo que los últimos torneos del año se transforman en una batalla en donde terminar puesto 40 o 41 puede determinar si un jugador tiene trabajo el siguiente año.
Para quedar dentro de esos 125 el jugador tiene que ganar alrededor de 750 mil dólares en la temporada, cifra que parece bastante elevada para aquellos que juegan por primera vez y que no tienen acceso a todos los torneos, pero en el PGA Tour solo una semana de inspiración es suficiente. Recordemos lo que le pasó a Vegas en 2011 para darnos cuenta que esto es así.
Las bolsas de premios en la máxima categoría del golf mundial no han disminuído desde la gran crisis económica de 2008, y si bien no siguieron aumentando al ritmo que lo venían haciendo, los ejecutivos del tour hicieron un gran trabajo para mantener el nivel de premios. Estos están alrededor de los 6 millones de dólares cada semana, en donde el ganador se lleva el 18%, el segundo el 10,6% y el tercero 6,8% del total. El que gana se lleva además de un enorme cheque todos los beneficios que trae aparejado el triunfo, pero salir entre los 5 primeros de un torneo es tener practicamente asegurado un lugar entre esos 125.
Muchas veces los jugadores que recién llegan al circuito lo hacen pensando en pasar la mayor cantidad de cortes y no se dan cuenta que terminar todas las semanas en el puesto 50 no sirve de nada. Un jugador que hace esto terminará el año pensando que no jugó tan mal, pero deberá llenar el formulario para volver a la escuela clasificatoria.
Por el contrario, aquel que tenga una sola muy buena semana en el tour, y ya vimos que no hace falta ganar, pegará un salto en la lista de dinero ganado y esto le dará la tranquilidad para jugar el resto del año.
A algunos de nuestros jugadores que han llegado al tour ultimamente les ha pasado esto. El argentino Fabián Gómez fue uno de estos y en 2011 se cansó de pasar cortes, pero nunca pudo jugar bien el fin de semana, Cuando pudo jugar bien el sábado y domingo, tuvo la mala suerte de hacerlo en Puerto Rico, uno de los torneos que se oponen a los World Golf Championships que tienen una bolsa reducida.
Gómez ganó dinero el año pasado, pero perdió la tarjeta y está ahora en el Nationwide tratando de recuperarla.
Su compatriota Miguel Ángel Carballo está por ahora en el mismo camino. Al bahiense le quedan cinco torneos antes de los playoffs y luego de eso tres más para juntar los 600 mil dólares que le faltan para asegurar su tarjeta. Parece un número inalcanzable, máxime si vemos que hasta ahora ha ganado algo más de 200 mil, pero recuerden lo que decíamos al principio: solo es una semana de inspiración.
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