lunes, 10 de abril de 2017

Mauricio Romero Sanabria un basquetbolista con pasión

En la vida, si las cosas no se hacen con pasión, es que no se entregó hasta el último esfuerzo para conseguir ese objetivo. Marcelo Alexander Romero Sanabria lo entendió así y es por eso que convirtió al basquetbol en toda su pasión. Recién saldrá bachiller y aquel esfuerzo desarrollado con trabajo lo llevan a un sitial que pocas personas pueden llegar, por ahora ya conquistó un peldaño, llegar a la preselección de Bolivia, en esta disciplina deportiva.

Mauricio nació el 2 de enero del 2000, actualmente cursa el sexto de secundaria en la Unidad Educativa "Virgen del Mar 3". Mide 1,76 metros, juega de base ala en el Club Atlético Nacional (CAN) y en la espalda lleva el 15 en la espalda y cuando debe integrar la selección de Oruro, lo hace con la 4.

Mucho influyó su tía Virginia Romero, para que Mauricio llegue a adoptar al básquetbol como parte de su vida. Por lo general, la mayoría de los niños adopta como su disciplina favorita el fútbol o futsal, sin embargo, si bien él estaba por ese camino, su destino tenía que ver con el baloncesto.

"Mi tía cuando trabajaba en CAN me llevó y ahí empezó mi carrera, comencé a mis 11 años y cuando estaba en mi segundo año, ya formé parte de una selección. A partir de eso fui mejorando mi nivel de juego y fue dejando el fútbol. A mis 14 años llegué por segunda vez a la selección de Oruro, para ir a jugar a Tarija", manifestó.

Una vez que se involucró en el basquetbol, Mauricio fue sacando sus propios conceptos al respecto, por ejemplo, lo calificó como un juego fuera de lo común, además vio que se podían conseguir muchos logros.

"Cuando juego este deporte, siento pasión, me encanta jugar al básquet. No solo me desahogo de algunos problemas, sino que jugando me llena de ilusión y superarme como jugador, además de cumplir todas mis metas", afirmó.

Consideró que para esta disciplina uno de los pilares fundamentales para ser un buen jugador, es tener un buen físico, que se complementa con el dominio de balón y lanzamientos.

Muy al margen de realizar el entrenamiento con su equipo, suele quedarse hasta más tarde para dar un "plus" en su preparación, situación que le trajo buenos resultados, para formarse como un buen jugador en esta disciplina deportiva.



SELECCIÓN

Aquel logro le permitió estar en varios seleccionados, principalmente de su departamento. Prueba de ello es que a sus 12 años integró su primera selección y desde ese momento no dejó la oportunidad de representarlo, como también llevar en alto los colores de su colegio.

Participó en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales, en los distintos campeonatos nacionales a partir de la categoría Sub-12, también asistió a los Juegos Transandinos en el Perú.

Mauricio aseguró que es un orgullo vestir la casaca de Oruro, como un agradecimiento por la tierra donde nació, donde se formó.

"Mi mayor logro ha sido la preselección para el campeonato sudamericano que va a ser el 2018. De los 30 que éramos ahora sólo quedamos 18, sigo entrenando para conseguir esa meta, ser selección Bolivia", señaló.

El apoyo de la familia es importante para el deportista, porque le permite complementar ese esfuerzo que deja en la cancha. Como lo dijimos al principio, su meta es llegar a la Selección Nacional, pero también su deseo es ir a otros países a mostrar su talento en el juego.

Su experiencia también le permite hacer un análisis del juego que se practica en Bolivia, y afirma que no existe una buena preparación física de los jugadores.

"Hay bastantes jugadores, no quiero generalizar, hay pocos que le ponen mucho empeño y seriedad porque aman el básquetbol, pero otros sólo lo hacen por divertirse. Un entrenador me dijo, la diversión se acaba a los 17 años y desde ahí lo que el jugador debe hacer en la cancha es una función", manifestó.

Mauricio no se compara con ningún jugador, porque entiende que cada uno, tiene algo que le destaca en la forma de juego. Sin embargo, admira al jugador extranjero Kevin Durán.

"Les digo a las nuevas generaciones que practiquen el basquetbol con todo, que en cada entrenamiento que tengan no den el 100 por ciento, sino el 200 por ciento, que se exijan a sí mismos y cambiar el concepto de Oruro y de Bolivia. Demostrar que Oruro tiene buenos jugadores", indicó.

No quiso olvidarse de los entrenadores que lo formaron como don Alejandro Pepiche, Virginia Romero y Ana Chavarría, a quienes agradeció por toda la paciencia que le tuvieron y él pueda alcanzar el nivel que hasta la fecha está demostrando en el equipo que lo vio nacer como jugador y promesa del basquetbol, el Club Atlético Nacional.


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