Con la mirada puesta en los Juegos Suramericanos de 2018 (que se llevarán a cabo en Cochabamba) y el objetivo de formar parte de la selección boliviana de voleibol, Vanessa Ledezma tiene la meta clara de participar a nivel internacional representando a la Llajta y a Bolivia. Quiere dejar el nombre del país en lo más alto.
Vanessa comenzó a practicar el voley desde los 8 años, luego de la invitación de unos amigos de sus padres en la Asociación Departamental de Cochabamba (categoría pre-mini), en el club Chaco Ucatec. Después pasó a Pumas. Actualmente juega en la categoría Sub 25 y Primera de Honor en el club UCB de Cochabamba. Se desempeña en el puesto de líbero.
Fue convocada a la selección cochabambina durante siete años. En dos oportunidades salió subcampeona y cinco veces tuvo la oportunidad de dar la vuelta olímpica como campeona nacional de la disciplina.
Este año participó del último Nacional Juvenil Interclubes, torneo que se desarrolló en la Llajta hace unas semanas. Allí logró consagrarse subcampeona con el equipo de la Universidad Católica Boliviana.
Vanessa analiza al voleibol como una disciplina bastante competitiva. Según su perspectiva, el deporte local tiene buen talento en todas sus categorías. No por fortuna es el departamento que mantiene la hegemonía a nivel nacional en la Copa Bolivia.
La atleta es el ejemplo a seguir de su hermana Maytte, quien también está en el ámbito del deporte (categoría Sub 15).
Más allá de las proezas y los laureles, hay ciertas adversidades en el presente de la cochabambina. La múltiple campeona pide a las autoridades departamentales y nacionales que brinden el apoyo necesario en cuanto a infraestructura e incentivo económico, ya que las selecciones departamentales no reciben la colaboración requerida para representar al departamento, tomando en cuenta que Cochabamba ha ganado la fama de ser el “semillero y cuna de campeones” en el voleibol nacional.
Para Vanessa, el voleibol no termina aquí. Espera seguir jugando hasta que “Dios le permita” y dejarle algo productivo a los jóvenes que quieran llegar alto.
Pensando en las próximas generaciones, aconseja que los adolescentes se dediquen a la disciplina que más les apasione porque “es una de las mejores cosas que se puede realizar en la vida”.
“No se olviden que del esfuerzo de hoy depende el triunfo de mañana”, sostiene la atleta, de 18 años.
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