La selección de Brasil logró sellar su pase a la semifinal de los Juegos de Río de Janeiro al vencer hoy, por 3-1, a la de Argentina en un encuentro muy disputado en el que los locales tuvieron que mostrar su mejor versión para imponerse a un rival que venía desplegando un gran juego durante el torneo.
Los brasileños no lo tuvieron nada fácil para sacar adelante un partido en el que, pese a que comenzaron haciéndose con el primer set, su rivales jugaron mucho mejor e incluso vencieron con autoridad la segunda manga, lo que no les sirvió para evitar la derrota con parciales de 25-22, 17-25, 25-19 y 25-23.
Tras el resultado de esta noche, Brasil se enfrentará a Rusia en las semifinales del torneo, que se disputarán este viernes. En el otro cruce de la ronda Italia y Estados Unidos lucharán por el segundo puesto en la gran final.
Pese a que Brasil llegó a Río como una de las grandes favoritas a hacerse con el oro, su juego en el torneo venía siendo un tanto inconsistente, hasta el punto de que logró su pase a cuartos tras un duelo a vida o muerte contra Francia en el último partido de una fase de grupo en la que nunca había evitado recibir al menos un set en contra.
Los primeros instantes del encuentro hicieron rememorar a los miles de aficionados que abarrotaban el pabellón Maracanazinho todas esas dudas.
Con sendos remates, tras servicio de Argentina, Facundo Conte y Cristian Poglajen ponían a su equipo dos puntos por encima nada más empezar.
Sólo Lipe, que con el paso de los encuentros se ha ido consolidando como una pieza fundamental en los esquemas del técnico Bernardo Rezende, conseguía evitar la escapada argentina.
Con el empate por fin en el marcador (10-10), un gran servicio de Lucarelli permitió a los anfitriones ponerse por delante.
Pero fue sólo un respiro, puesto Argentina, liderada en ataque por Poglajen, recuperó su ventaja y dominó casi hasta el final de la manga.
Cuando ya todo parecía perdido, los vigentes subcampeones olímpicos volvieron a firmar las tablas y acto seguido le sacaron tres puntos de ventaja a unos rivales que parecían superados por la presión y que acabaron dejando escapar una ocasión inmejorable de apuntarse el primer set.
La igualdad volvió en la reanudación pero esta vez Argentina, que actualmente ocupa la sexta posición en el ránking de la Federación Internacional de Voleibol, fue capaz de resistir las acometidas de su rival y consiguió abrir una brecha de seis puntos en el marcador.
Los locales se mostraban muy desacertados en el rechace y lentos en el bloqueo, lo que fue aprovechado por el equipo dirigido por Julio Velasco para ir ampliando su ventaja con el paso de los minutos.
Un gran 'ace' de Conte, que ponía el 13-20 en el electrónico, fue la puntilla para una Brasil que pareció empezar a pensar en la siguiente manga y fue incapaz de sobrepasar la red en sus dos siguientes servicios.
Llevarse el set con una diferencia de ocho puntos resultaba un refuerzo anímico importante para una selección que, pese a no partir como una de las grandes favoritas, ha dejado muestras tanto de su casta como de su calidad a lo largo del torneo y que llegó a proclamarse, contra todo pronóstico, primera del Grupo B en la primera fase.
La arenga de Rezende en el descanso y los cánticos de la afición reclamando "defensa" parecieron surtir efecto y los dos veces campeones olímpicos comenzaron la manga dominando con claridad.
Mucho más activa en labores defensivas, Brasil hizo honor a su papel de gran favorita y comenzó a imponer la fortaleza de su juego sobre unos argentinos que apenas podían desviar los potentes remates de Wallace.
Los anfitriones dominaron la manga de principio a fin y sólo la gran cantidad de recursos de Argentina en ataque les impidió llevarse el set con una mayor holgura.
Argentina volvió a dejar claro que atraviesa un momento dulce y comenzó la cuarta manga de manera soberbia, sin embargo, los dueños de la casa no cejaban estaban dispuestos a volver a desperdiciar su ventaja en el marcador y no cejaban en su persecución.
Mediado el período, un gran bloqueo de Lucas puso las tablas en el electrónico y, a continuación, Wallace puso a los suyos por delante.
Comenzó entonces una disputada lucha, punto a punto, en el que ambos equipos fueron alternando las ventajas.
Un Maracanazinho que amenazaba con venirse abajo dio alas a una Brasil que consiguió ponerse dos puntos por delante en los instantes decisivos.
Los fallos en el remate de los brasileños, que en ocasiones parecían un poco pasados de revoluciones, permitieron a Argentina igualar el marcador y amenazaron la victoria de los locales.
Pero un fallo en el servicio de José Luis González y un gran remate de Evandro acabaron llevando a los aficionados al delirio y a los jugadores brasileños a seguir soñando con el oro.
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