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viernes, 19 de agosto de 2016
Brasil conquista el oro en vóley playa masculino
No había mejor lugar para que el oro olímpico de vóley playa volviera a Brasil y ni la lluvia pudo arruinarlo. Alison y Bruno vencieron este jueves a la dupla italiana y conquistaron su título más dulce en un estadio de Copacabana donde en agosto volvió a ser carnaval.
Lo consiguieron tras un partido que comenzaron nerviosos y donde llegaron a correr detrás de Paolo Nicolai y Daniele Lupo, pero que acabaron resolviendo en dos sets con parciales 21-19 y 21-17.
Desde que cantó a lo grande el himno antes de comenzar el duelo, el público ya demostró que se quedaría bajo el agua lo que hiciera falta hasta ver cómo sus chicos se llevaban un oro que les huía desde Atenas-2004, la única vez que lo saborearon los hombres.
Demasiado tiempo de espera para reconquistar la gloria en este deporte que Brasil, y especialmente Río, vive como suyo y es parte del paisaje de sus miles de kilómetros de costa. A cada punto de Alison y Bruno rugía Copacabana, sonaba la música y pesaba menos la lluvia, mientras que a los italianos no les quedaba más camino que el del abucheo.
Pero no se asustaron y pronto tomaron la delantera en el primer set frente a unos brasileños que parecían intimidados por la historia. Los campeones, sin embargo, reaccionaron a tiempo y mostraron por qué fue la mejor pareja del mundo en 2015. Entonces comenzó una carrera por el crucial primer parcial, a la que acabaron llegando antes los brasileños.
El descaro de los italianos había despertado a 'Mamut' Alison y la pareja acabaría pagando muy caro sus bloqueos, que junto a la inteligencia defensiva y precisión de Bruno -elegido mejor jugador del año pasado- dieron a Brasil la llave de uno de sus triunfos más dulces en Rio.
Como quien se ha quitado un gran peso de encima, a la dupla local le liberó tener el primer set de su lado y se lanzaron ligeros al segundo asalto para finiquitar un oro que cada vez veían más cerca. Los inesperados italianos, sin embargo, no se bajaban del sueño olímpico de dar su propio 'Maracanazo' en la arena, hasta que se rindieron a lo evidente: estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
La levedad de los campeones
El carismático Alison, que en el primer set le había pedido más calor a una marea 'verde-amarelha' que ya ardía ella sola, no tuvo que repetirlo. En los últimos puntos la arena de Copacabana voló con su pareja dorada hacia la cima del podio con su incombustible "¡Campeones!" y "¡Brasil, Brasil!".
Hubo lágrimas, sonrisas y mucha música en la cumbre, pero ante todo la levedad de dos deportistas que habían llegado a Río con la presión de un país sobre sus brazos.
Tras su plata en Londres-2012, cuando competía con Emanuel Rego y cayeron en la final contra Alemania, Alison consiguió a los 30 años el oro a toda una vida dedicada al vóley playa. Su exitosa carrera, que incluye los títulos mundiales de 2011 y 2015 (ya con Bruno), hace tiempo que trascendió la arena en un país que le tiene como uno de sus mejores deportistas.
Para el 'baixinho' Bruno (son 1,85 m, contra 2,03 m de su compañero), un año menor, es la coronación dorada de una conocida familia del deporte nacional, en la que su tío Oscar había abierto el camino con su brillante carrera en el básquet.
Segunda potencia histórica de este deporte que practica apasionadamente, el gigante sudamericano se curó este jueves las heridas de la víspera, cuando Ágatha Bednarczuk y Bárbara Seixas cayeron en la final femenina, dejando escapar un título que no volvía al país desde el oro de Atlanta-1996.
Pero la arena le debía una a Brasil, y qué mejor lugar para saldar sus deudas que la playa de Copacabana.
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