Alejandra Ossio Ugarte se constituye en una de las figuras prominentes del voleibol nacional. Tiene 22 años, se desempeña como central y defiende la camiseta del club Olympic, entidad que contribuyó en su formación y evolución como deportista
-¿Por qué voleibol y no otra disciplina?
-Fue un deporte que mi mamá practicaba por diversión con sus colegas y siempre me llevaba a sus partidos de pequeña, ella me animó a practicarlo.
-¿Desde hace cuánto practica el voleibol?
-Lo voy practicando desde como hace 8 años y medio,
-¿En qué medida, el club Olympic coadyuvó para que se supere como voleibolista?
-En un porcentaje bastante considerable. El nivel de entrenadores que tiene el club es muy bueno y eso fue crucial para que mi nivel de juego acreciente, claro que también el roce internacional que nos proporcionó la entidad fue transcendental para este progreso.
-¿Un técnico en especial?
-Quisiera mencionar a dos técnicos que formaron parte importantísima en mi vida deportiva: Luis Fernando Vela y Alejandro Giménez. El primero fue el que me impulsó en este deporte, me enseño todos los fundamentos, y sobre todo disciplina, me dejó con una base sólida para pasar al siguiente nivel. Ahí es donde aparece Alejandro Giménez, que supo cómo guiarme para optimizar mi juego y estar a nivel de eminencias del vóley como Claudia Pavisic, Silvia Jiménez, Ibelisse Martínez, Johanna Balderrama, y muchas más con las que tuve el placer de jugar, y por supuesto, también las tomo como ejemplo.
-¿Cuál es la función específica que cumple dentro el campo de juego?
-Estos últimos campeonatos estuve jugando de central. Mi puesto se encarga específicamente de “bloquear” el ataque del equipo oponente por todas las zonas, además arremeto por mi sector con balones rápidos, y ayudo en las jugadas haciendo finta para que mis compañeras queden sin bloqueo oponente. También tengo que apoyarlas al momento de ir a la ofensiva, por si hubiera un bloqueo del lado contrario.
-¿Desde cuándo incursiona en el vóley de playa?
-Desde el 2012 que estoy empezando a jugarlo. Ahora conformo binomio con Leslie Tarqui.
-¿Cuál de las dos especialidades le gusta más?
-Ambas tienen lo suyo que me encanta, pero creo que el vóley de playa me resulta más desafiante y emocionante a la vez…me fascina.
-¿La diferencia de jugar vóley de piso y vóley de playa?
-El vóley de playa requiere mayor precisión y agilidad mental al momento de pasar el balón al lado opuesto, con la finalidad de hacer el punto; de igual manera exige mucho en defensa y la parte física, por supuesto.
La coordinación de la estrategia de juego se la hace solo entre dos, lo que resulta mejor en cierto aspecto; mientras que el vóley de piso es más táctico, puesto que el equipo entero tiene que complementarse muy bien para que las jugadas terminen consiguiendo puntos. En síntesis, el vóley de piso exige más alcance y fuerza que agilidad mental y precisión.
-Una virtud dentro el campo de juego y que es lo que debe optimizar
-Creo que mi virtud es la técnica con la que realizo los ataques, amalgamada con agilidad para entrar a los balones rápidos, o también llamados de primeros tiempos. El alcance en el bloqueo es otra cualidad que tengo en el ejercicio de esta disciplina. Un aspecto que tengo que optimizar es la precisión en la recepción del balón
-¿La práctica del voleibol no perjudica sus estudios?
-Fue todo un reto hacer que haya armonía entre los dos. Hubo épocas donde tuve que dar prioridad por completo a la Universidad, pero supe cómo manejar mis horarios y dedicar el tiempo necesario a este deporte que es mi pasión, sin que me afectara en los estudios. Hice bastante sacrificio, pero todo tuvo su recompensa, felizmente.
-¿El momento más grato de su carrera deportiva?
-Haber podido representar a mi país en torneos internacionales es una sensación increíble, en especial si tienes a tu gente en graderías apoyándote con tanto fervor.
No tengo momentos ingratos; si hubo injusticias, pero lo malo también trae cosas positivas y hay que aprender de ello.
-¿Considera que el nivel técnico del voleibol nacional ha subido?
-Creo que ha subido el nivel, pero no como se debería. Considero que se puede hacer mucho más, pero se necesita más cobertura y apoyo para que se incentiven tanto entrenadores como deportistas.
-¿Qué aspectos hay que mejorar?
-En Bolivia no existe el nivel de profesionalismo en el vóley, aún somos solo aficionados y es difícil medirse con la jerarquía que tienen los países extranjeros. Es bastante extensa la lista para mejorar, empezando de los colegios, que ya no fomentan el deporte como antes, y los deportistas, que tienen que dedicarse a múltiples actividades para sustentarse económicamente para solventar sus pasajes, indumentaria deportiva, alimentación, etc., ya que no hay apoyo financiero.
Mientras los dirigentes demostraron más de una vez que sólo ven sus conveniencias económicas; hay bastantes injusticias y mucho desorden, al menos en el voleibol boliviano.
-¿Qué políticas debería implementar el Gobierno para colaborar a los deportistas?
-Los jóvenes atletas deben ser disciplinados y constantes para lograr un alto rendimiento y alcanzar sus metas, para esto el Gobierno debería diseñar un mejor plan de inversión con el propósito de que los atletas mantengan el esfuerzo y la constancia, además cubrir el costo de los entrenadores, y cursos de actualización de los mismos, etc. Debería haber más preparación a los profesores de deportes, ellos deberían ser caza talentos; no se ve eso. No hay incentivos, se ha perdido el amor al deporte.
-¿Qué proyectos se ha planteado plasmar a corto y largo plazo?
-A corto plazo es obtener el título con el club Olympic en la Liga Superior, de igual manera conquistar la corona en el nacional Sub-23 que se celebrará en Santa Cruz la semana que viene. A largo plazo, mi aspiración es llegar a jugar el torneo Sudamericano de clubes que se llevará a cabo el próximo año, representar a mi país a nivel internacional y cosechar títulos en las etapas nacionales de vóley de playa, como también subir al podio en los circuitos sudamericanos.
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