Rusia parte como favorita para ganar su tercera corona mundial consecutiva, algo que sólo ha conseguido la URSS, cuando hoy se inicie la disputa del Mundial de voleibol femenino en Italia, en el que Brasil aspira a ganar su primer oro tras dos platas seguidas.
Las rusas, vigentes campeonas de Europa, quieren intentar perpetuar una vez más la gran tradición soviética e imitar a sus antepasadas que ganaron las tres primeras ediciones del Mundial, 1952, 1956 y 1960.
Desde la caída de la URSS, Rusia ha seguido subiéndose siempre al podio del Mundial con dos oros y tres bronces y tiene todo en su mano para repetir una vez más.
Para la hazaña podrá contar con una de las grandes estrellas del mundo del voley, Ekaterina Gamova, que vuelve a la selección tras la frustrante eliminación a manos de Brasil en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos-2012.
Las brasileñas, doble campeonas olímpicas y medalla de plata en los dos últimos Mundiales, serán las otras grandes aspirantes al título.
Las sudamericanas, que ganaron hace unas semanas su 10º Gran Premio Mundial (equivalente femenino de la Liga Mundial), nunca han vencido en un campeonato del mundo, pese a su envidiable palmarés.
El éxito polaco podría servir de inspiración a Italia, único equipo europeo, aparte de Rusia y la URSS, que ha sido campeón del mundo (2002).
A cargo de la selección italiana desde hace más de 12 años, Marco Bonitta intentará repetir aquel éxito pero en la primera ronda se medirá a países competitivos como Alemania, República Checa y República Dominicana.
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