Michel Roca es un ingeniero comercial que distribuye su trabajo con la rutina deportiva como entrenador de basquetbol del club Ingavi. En la primera semana de agosto logró ganar el título con la sub 15 en Tarija y recientemente repitió la dosis con la sub 17 en Quillacollo. Ahora está a la espera de competir en otro torneo con las sub 19 en Sucre y otra en Argentina en el mes de noviembre.
Vienen de ganar dos títulos en las menores del club Ingavi, coménteme acerca de ello
M.R.: Para el club es un gran éxito y hoy se refleja el fruto de un proceso de diez años que se vienen trabajando con este grupo de chicos de la sub 15 y 17, que acaba de consagrarse en Tarija y Quillacollo.
¿Cómo vienen trabajando?
M.R.: Nosotros somos un club que viene trabajando con recursos propios y ayuda de los padres que siempre están pendiente del equipo. Ninguno de los profesores que estamos acá somos asalariados y solo lo hacemos porque nos gusta. Y para cosechar frutos es con trabajo constante, el hacer que el chico se entusiasme y que le guste dar todo de sí para conseguir algo.
¿Con cuántas categorías trabajan?
M.R.: Esta es la categoría principal, que es la primera de honor, luego están las menores que son la sub 11, 13, 15, 17, 19 y 22.
¿Cómo está distribuido el trabajo?
M.R.: Nosotros trabajamos en el parque urbano Hamacas, que está atrás del supermercado Fidalga, los días lunes ,miércoles y viernes, con las categorías menores hasta las 15:00. Las mayores lo hacen los martes y jueves desde las 17:00 en adelante.
¿Las menores están en constante competencia?
M.R.: Hoy nos cuesta un poco porque el ritmo de competencias que tiene nuestra asociación es un poco lento, a diferencias de otras asociaciones. Entonces chocamos mucho por falta de ritmo, no por trabajo, y eso perjudica a los chicos que dejan de competir.
¿Cómo ha visto el basquetbol boliviano?
M.R.: La creación de la Libobásquet ha sido muy importante porque la gente ahora ha tomado mayor atención por este deporte. Lo que creo que se necesita es mayor apoyo de las autoridades, para promover canchas donde los jugadores puedan tener mejores condiciones. Si se da cuenta, el coliseo de la Ingavi es la única alternativa para practicar este deporte. Es cierto que hay otras canchas, pero no son las adecuadas.
¿También trabajan con las damas?
M.R.: Actualmente solo lo hacemos con los varones. Pero este año estamos trabajando para comenzar con las chicas de 13 y 15 años también. Poco a poco iremos avanzando para así lograr formar jugadores para la siguiente generación.
¿Cuántos jugadores integran el club?
M.R.: Entre mayores y niños, son 170 chicos que trabajan bajo el mando del profesor Berman Justiniano y mi persona. Aparte de la Ingavi tenemos en la primera de ascenso otra división inferior que es Ingavi B, la cual nos ayuda a mantener el ritmo de competencia del resto. Entonces nosotros hacemos participar a nuestros jugadores en un torneo de mayores donde se les exige más, del modo que vayan ganando mayor roce.
¿En la primera de honor cómo están?
M.R.: El año pasado que recién subimos logramos meternos en una semifinal de grupos, perdimos con el club Nonis y al final quedamos séptimos. En este segundo año hemos incorporado a más gente que seguro nos va a ayudar mucho. Queremos sí o sí clasificar a la Dimabol y ese es el objetivo para esta temporada.
'Nosotros no nos retroalimentamos con gente de otro club, sino de las menores'.
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