“En Sucre se está muriendo el voleibol, si no fuera por la escuela del Club Universitario de San Francisco Xavier y el Club Dínamo, no habría más competencia, son los únicos clubes que siempre llegan a la final”, manifiesta la directora técnica de voleibol de San Francisco Xavier, Sulema Vallejos, que por tercera vez logró el título de la Liga Superior de Voleibol, rama femenina, el pasado 2 de agosto, venciendo por 3-0 a San Simón de Cochabamba.
Esta chuquisaqueña con pasta de campeona y una larga trayectoria de lauros, inicialmente como deportista y luego como directora técnica, asegura que falta mucho apoyo de las autoridades, en infraestructura y equipamiento.
Quiere ocupar un mejor lugar en el Sudamericano para que el voleibol mejore más en Sucre.
Para Vallejos, resulta muy difícil peregrinar todos los días por las canchas disponibles, pues el entrenamiento de las jugadoras debe ser permanente. “Cuánto no quisiera tener una cancha disponible y dejar ahí todo mi material para trabajar tranquila, siempre tengo que estar llevando mis balones y redes de un lugar a otro, reservar las canchas que se pagan con los recursos de las chicas, 20 bolivianos por hora”, dice.
CAMPO DEPORTIVO
Los logros de Universitario podrían derivar en la consolidación de un campo deportivo exclusivo para la Asociación de Voleibol de Chuquisaca, toda vez que Vallejos presentó una carta al presidente Evo Morales para construir una infraestructura. Se informó que la solicitud habría tenido su aceptación, por lo que simplemente se espera que la Alcaldía de Sucre otorgue el terreno respectivo para consolidar dicho escenario deportivo.
ENTREGA
Tras trabajar muchos años en la dirección técnica de la Escuela Cordech de la Prefectura y en la Escuela del Club Universitario de San Francisco Xavier, en la Liga superior y juveniles, dice sentirse satisfecha por los resultados alcanzados hasta ahora. Actualmente trabaja con niñas desde los siete años.
Formó a grandes figuras del voleibol, como Claudia Rengel, Sandra García, Vanessa Berríos, Mayra Saavedra, Jhamile Mita y Claudia Arancibia, entre otras. Su objetivo es formar a través del diario entrenamiento a jugadoras fuertes, luchadoras y competitivas.
La gente cercana a ella sabe que cada jornada va de un recinto a otro cargando en su vehículo los balones y redes. Entrena al mediodía y por la noche hasta pasadas las 23:00. “Esa es la única forma de poder cambiar al deporte, para ocupar sitiales importantes”, dice.
Si el deportista quiere mejorar su voleibol debe trabajar bastante en la parte física, es fundamental. “Hay que trabajar la parte física tres meses antes de la Liga; luego, en la mantención para bajar las cargas y después en la parte técnica”.
Una voleibolista debe ser rápida, explosiva, agresiva y tranquila, para ello se trabaja en la parte psicológica, con el fin de que la jugadora entre a la cancha concentrada, motivada, firme, segura y con mucho carácter para enfrentar a los rivales, que son agresivos para ganar un punto o el set, enfatiza.
El Rayo (ER).- ¿El deportista nace o se hace?
Sulema Vallejos (SV).- Yo creo que hay deportistas que nacen, son natos y tienen aptitudes. En cambio a los que formamos cuesta mucho prepararlos en la coordinación, es importante el movimiento de los pies y los brazos. Trabajamos para que rindan al cien por ciento.
ER.- ¿Cómo se puede distinguir que una niña tiene aptitudes para el voleibol?
SV.- Cuando una niña entrena se ve que tiene interés y no se corre de los ejercicios que se le exige de coordinación y movimientos. Cuando una niña no quiere hacerlo, tiene miedo, está introvertida y pone una serie de pretextos para no hacerlo. También tienen aptitudes aquellas con estatura más alta porque tienen extremidades más largas, aunque los bolivianos somos los más pequeños respecto a otros países. En Bolivia el promedio de las jugadoras más altas es de 1.75, lo máximo”.
RENUNCIAS
Debido al voleibol, Vallejos tuvo que renunciar a muchas cosas en su vida. Trabaja ocho horas diarias en Cossmil, en el área de Contabilidad y entrena con sus pupilas al mediodía y por las noches, no tiene una vida social, no almuerza, no hay cumpleaños para ella, no puede compartir con su familia. “Por eso rechazo la dirección técnica de las selecciones, carezco de tiempo para dedicarme a los entrenamientos”.
Para los viajes que realiza con su equipo pide días de vacación en su trabajo. “En realidad no tengo vacaciones, porque uso esos días para salir a las competencias con el equipo, por eso no puedo reunirme con mi familia. Creo que tal vez cambiaría todo esto por estar un poco más con ella”.
Vallejos es soltera y no tiene hijos. “Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando ya no era joven, hace dos años quise dejar el deporte, pero las mismas jugadoras me pidieron que vuelva y lo hice”.
ER.- ¿Cómo es Zulema Vallejos fuera de la cancha?
SV.- “Dentro de la cancha soy agresiva y explosiva, fuera de ella soy tranquila y muy positiva, siempre doy soluciones a las cosas para sentirme bien. Me defiendo en la cocina, sé hacer de todo; me encantan las plantas, soy fanática de las rosas, tengo más de 70 en mi casa”.
Le encantan las pastas, su película favorita es “Pretty Woman” y le gusta escuchar la música del grupo Abba mientras conduce para relajarse.
Divide su tiempo entre el deporte, su trabajo en Cossmil y en la línea de cosméticos Yanbal como consultora. Asegura que no vive del deporte porque no le pagan bien.
SU FICHA
Nombre:
Sulema Vallejos Fernández
Edad: 45 años
Fecha: 12/04/1969
Ciudad: Chuquisaca, provincia Hernando Siles, comunidad Uruguay
Padre: Jacinto Vallejos
Madre: Elisa Fernández
Hermanos: Vilma, María Rosa, Shery, Cristina y Firton
Estado Civil: Soltera
Sulema Vallejos
Entrenadora.- Aprendí que no hay equipos chicos, todos son grandes, no se debe subestimar a ninguno porque pueden dar sorpresas dolorosas. Hay que respetar al rival desde un principio; cuando dan el último pitazo en un partido, recién respiro tranquila”.
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