Dos líderes tiene el US PGA Championship después de la primera ronda: el local Jim Furyk y el australiano Adam Scott.
Furyk tomó una rápida ventaja, pues tenía tee de salida más temprano. Se fue al Club House como único puntero, incluso antes de que una amenaza de tormenta eléctrica suspendiera el juego por más de una hora.
El oriundo de Pensilvania tiene un solo major en su palmarés, el US Open de 2003, y tiene como mejor resultado esta temporada un tercer puesto en el Valero Texas Open. Ahora es líder del último “grande” del año en su 19ª participación.
“Generalmente uno queda decepcionado cuando termina el día con un bogey, pero con 65 golpes no hay cómo no sentirse bien”, declaró el estadounidense.
Scott ganó el Masters de este año. Se dio el gusto de celebrar su primer major con la compañía de Steve Williams, el ex caddie de Tiger Woods, quien regresó a los triunfos en “grandes” antes que su ex patrón.
En el PGA Championship de 2006 el australiano fue tercero, su mejor resultado en este torneo.
“Voy a tener que ser realmente bueno mañana (hoy), pero fue una muy buena ronda allá en el campo”, señaló el australiano.
Los líderes estuvieron a un solo palo de igualar el récord de Oak Hill, que tienen los legendarios Ben Hogan y Curtis Strange.
El torneo busca favoritos desde que Tiger Woods cerró su ronda con un doble bogey, que lo hizo entregar una tarjeta de uno sobre el par. “Jugué muy bien, aunque la ronda la podría haber cerrado tranquilamente bajo el par”, se lamentó Woods.
Se esperaba una lucha con Phil Mickelson, ganador del British Open, pero “Lefty” también terminó con +1.
La sorpresa fue el desconocido canadiense David Hearn, quien quedó tercero. “Mi carrera siempre ha sido en ascenso, usualmente encuentro la forma de pasar al siguiente nivel”, dijo el golfista de 34 años.
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