El jugador belga de gran poder Nicolas Colsaerts desafió el domingo vientos feroces y a un batallador norirlandés Graeme McDowell para capturar el título del Campeonato Mundial Match Play, incrementando sus probabilidades de ser parte del equipo europeo de la Copa Ryder.
Colsaerts ganó por un hoyo un final meticulosamente lento en el campo ubicado en el sur de España para obtener su segundo título de la Gira Europea y un cheque por 700.000 euros (900.000 dólares), con lo cual supera un millón de euros en premios por segunda temporada consecutiva.
McDowell, ganador del Abierto de Estados Unidos en 2010, cayó un hoyo atrás en tres ocasiones en los primeros nueve hoyos, pero igualó inmediatamente en el siguiente hoyo.
Colsaerts consiguió una ventaja de dos hoyos después del 16to y, aunque su ventaja se redujo a la mitad cuando realizó tres putts en el siguiente, aseguró la victoria con par en el último.
El belga se unió así al historial de ganadores del Volvo World Match Play Championship y aseguró estar "encantado" de haber ganado este torneo e inscribir su nombre junto "al de jugadores de leyenda" del golf.
Colsaerts, nacido en Bruselas, resaltó las condiciones de "un campo tan exigente" y ante un adversario "muy complicado", como el norirlandés Graeme McDowell.
No obstante, el ganador del Abierto de China -su primer título del Circuito Europeo- aseguró que le "entusiasma" este tipo de formato (match play) del que, ha dicho que cuando no comete "demasiados errores" le va "muy bien".
Requerido por una posible llamada para la próxima Copa Ryder, Colsaerts comentó que está "ilusionado" pero matizó aduciendo que "aún queda mucho".
Finalmente destacó el "trato maravilloso" que recibió en el torneo y en Finca Cortesin.
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